Libro con boletines de la hermandad del Cerro del águila (Sevilla)

 Buenas tardes a tod@s:

Hace mucho tiempo que no me prodigo por aquí. La verdad es que tengo un poco aparcada esta afición mía de la encuadernación artesanal. 

Vivo entre dos ciudades y mi taller lo tengo en la ciudad que últimamente piso menos, por lo tanto, no tengo el tiempo que podía dedicar antes. 

Pero mi ilusión sigue intacta, me acuerdo constantemente de mis libros y me da mucha pena tenerlos de lado tanto tiempo. Así que hoy me he decidido a subir, por fin, un proyecto que tenía en mente hace muchos años y que por fin he terminado.

En realidad lleva bastante tiempo terminado, pero quería esperar a una Cuaresma o Semana Santa para publicarlo (más acorde con la temática del libro en cuestión).

Os explico el origen de este proyecto.

Tenia en casa de mis padres un montón de boletines de la hermandad a la que pertenezco (El Cerro) que sale el martes santo en Sevilla.

De las cosas que quería encuadernar cuando empecé a formarme como encuadernadora, eran estos boletines y transformarlos en un libro. Pero no un libro cualquiera, tenía que ser un libro singular, ya que lo que iba a contener, era algo especial para mí. Decidí que la encuadernación tenía que ir en consonancia con mis sentimientos.

Los materiales necesarios, aunque no tardé en encontrarlos, los tuve guardados en el cajón por años hasta que me decidí a hacer pruebas a ver cómo quedaba el diseño que tenía en mente. Tenía claro qué material quería poner en las tapas, el terciopelo burdeos de mi primer antifaz de nazareno (para mi, muy especial).

Al principio, el diseño iba a ser más ambicioso (quería emular el manto de la Virgen de los Dolores)


Pero desistí y simplifiqué el diseño para no atascarme con el proyecto. Al final, me decanté por una encuadernación bradel y las tapas las diseñé así:
Menos mal que bajé un poco la dificultad del libro, porque está lleno de "primeras veces". 
  • La primera vez que trabajaba con terciopelo.
  • La primera vez que pinto yo misma las guardas.
  • la primera vez que trabajaba con apliques bordados.
  • La primera vez que realizaba una caja a medida del libro y usando piel
Es verdad que el resultado final tiene muchas cosas que mejorar. Incluso hoy, me doy cuenta de cosas nuevas. Pero si no las practicas, si no te pones a ello, nunca aprendes. Todo el mundo sabe que de los fallos aprendemos mucho más. ¡¡No sabía hasta qué punto es delicado el terciopelo!!

Soy consciente de todas estas cosas. Pero hay cosas, aunque sea la primera vez, que estoy bastante satisfecha con el resultado y me anima a realizarlo de nuevo. Concretamente me refiero a las guardas doradas. 

a las guardas también quería darles un significado. Quise emplear yo misma una pintura y decorarla con gotas de cera (como si fuera cera que cae de un cirio). Al aplicar una capa de pintura sobre el papel, empecé a gotearlo con cera blanca (hay zonas mejores y zonas con chorreones de cera). No queda perfecto pero me gusta el resultado desigual porque se nota que está hecho a mano.

Los apliques bordados también me daban respeto, pero se han quedado bien pegados a la tapa. 

De lo que no estoy del todo contenta es de la caja, con muchos errores que al final pude solventar. Pero no recomiendo este tipo de caja para encuadernaciones tan delicadas. 
Para el próximo libro de boletines (que espero sea pronto) lo confeccionaré con otro tipo de caja, más respetuosa con la tapa.

Bien, pongo aquí algunas fotos del proceso:












No puedo dejar de pensar en porqué dejé pasar tantos años sin terminar este proyecto. Para el siguiente, hago propósito de enmienda y no dejaré pasar tanto tiempo. También, porque me voy juntando con varios boletines y tengo para hacer 3 libros más.

Aquí os dejo el resultado final del proyecto, espero que os guste.














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