Fábulas de Félix María Samaniego

Buenas a todos, perdonad mi largo silencio.

No quiero extenderme en excusas y sí en contenido nuevo. Así que pido perdón y ¡¡¡vamos al lío!!

Bien, voy a contaros un poco los antecedentes de este libro. Buscando entre libros descartados de una biblioteca, me topé con este dulce de nuestro siglo de las luces. Y no es otro que el libro de fábulas de Félix María Samaniego.


En concreto, esta edición juvenil de Anaya  de 1987 es preciosa. Cuenta con ilustraciones de J.J. Grandville para un libro de Fábulas de La Fontaine.

Todo muy al caso porque Samaniego, al recibir su formación en Francia, fue conocedor y seguidor declarado de La Fountaine. De hecho, algunas de estas fábulas son reelaboraciones del fabulista francés y otras son originales.

Y es que Félix María Samaniego fue breve en obras pero muy certero. A todos nos suena su nombre, porque es materia de estudio en los manuales de literatura, junto al otro fabulista, Tomás de Iriarte.

Claro que fueron contemporáneos incluso amigos, pero Iriarte atacó a Samaniego proclamando que las fábulas escritas por Samaniego no eran originales, sino plagiadas de La Fountaine. ¡¡Cuántas antologías existen con los dos juntos!! No sé si a Samaniego le haría gracia, si levantara la cabeza.

Escribió las fábulas pensando en sus jóvenes estudiantes del Real Seminario Vascongado, una institución de enseñanza para jóvenes fundado por él, junto a otros






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